Dicen que sólo una mínima parte de lo que pensamos acaba convirtiéndose en palabras, de ellas una mínima parte es vocalizada, el resto jamás saldrá de nuestra mente.
Dicen que sólo una mínima parte de lo que decimos acaba siendo escuchado por los demás, de ellas una mínima parte es reflexionada, el resto se perderá en el aire.
Dicen que sólo una mínima parte de lo que leemos acaba siendo asumido, de ello una mínima parte no es razonada, el resto se perderá en la nada.
A veces, lo más importante es aquello que no se dice, no se oye o no se lee y tiene forma de tres puntos suspensivos…
Nota: He abusado del “dicen que sólo una mínima parte”… es gratis.
Dicen que sólo una mínima parte de lo que decimos acaba siendo escuchado por los demás, de ellas una mínima parte es reflexionada, el resto se perderá en el aire.
Dicen que sólo una mínima parte de lo que leemos acaba siendo asumido, de ello una mínima parte no es razonada, el resto se perderá en la nada.
A veces, lo más importante es aquello que no se dice, no se oye o no se lee y tiene forma de tres puntos suspensivos…
Nota: He abusado del “dicen que sólo una mínima parte”… es gratis.
8 comentarios:
Esto ya me gusta mucho más. Vaya apología más buena.
Cris
Todo en esta vida tiene una explicación o quizás no. Sin embargo, contarlo de una manera pedagógica sin ánimo de pedantería es cosa de mi herencia rabinica o algo así...
rabínica, Javier, rabínica. De tu seguidora.
Dicen dicen dicen.
Ya están diciendo mucho.
Mejor el silencio.
Pero hay palabras que son arrolladoras, palabras que te dejan sin palabras.
estoy de acuerdo con todo lo q dices. Le dan a uno ganas de volarse los cesos.
los puntos suspensivos en realidad son lo único imprescindible siempre... siempre...
aunque a veces me gustaría poder abrirlos como las bolas que sacas de una máquina de esas... para que la gente que no los entiende, pudiera olerlos... tocarlos... a ver si así todo era más fácil...
salu2,
Si Javi. Esta historia es como un palazo en la espalda. Jo, macho, me conecto un rato para despejarme y acabo embrollao en raros pensamientos. Gracias, rabino, por tenerme en ascuas durante un buen rato. Julianín.
Si Javi. Esta historia es como un palazo en la espalda. Jo, macho, me conecto un rato para despejarme y acabo embrollao en raros pensamientos. Gracias, rabino, por tenerme en ascuas durante un buen rato. Julianín.
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