miércoles, 10 de diciembre de 2008

Welcome to the paradise III


Inundó hasta el último rincón de las chabolas, limpio como un grito tribal... ¡ la máquina estaba viva ¡... aquel silbato a vapor surcó más allá de los puestos de control. Todos miraban al cielo como si aquel liberador sonido pudiera tomar forma entre las nubes... De entre una inmensa nube de vapor, Didi salió lentamente con solemnidad, pavoneándose majestuosa a cada movimiento de biela. La gente corría hacia ella con niños en brazos, chiquillos gritando de alegría, hombres llorando como niños... estaba viva... había vuelto de entre los muertos, de entre aquellos que sólo quedaban fotos enmarcadas. De los altavoces, colocados a modos de orejas, salía la voz distorsionada de Noa y Khaled cantando Imagine... y pitaba... y pitaba... el vapor blanco como la infantil pureza... subía y subía hacia el cielo... Los soldados desconcertados llamaban a sus puestos de control sin saber que sucedía... y más gente salía a las calles, ambiente festivo en una tierra que sólo se reúne para los entierros. Las banderas blancas sustituyeron a la piedras, los cantos a los gritos de dolor... y Didi alzaba sus pitidos al cielo como quién canta en la desesperación...No tenían nada, sin embargo poseía la línea de ferrocarril más pequeña del mundo , 2545 metros, una máquina de vapor que consumía boñigas de burro secas y la ilusión de no perder la Esperanza en un mañana donde vivir no fuera más difícil que morir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De que estaba hecho el corazón de la máquina?