martes, 2 de diciembre de 2008

Benevolencija Express IV


Aún el amanecer no había salido de su escondite nocturno. Era la hora perfecta para quienes al abrigo de la oscuridad cetrina podían llenar sus garrafas de agua sin el peligro de una bala caprichosa. Un pequeño que apenas tendría diez años, llenaba las suyas mirando compulsivamente a todos los lados. En ese momento, un tremendo ruido lo alertó. Vió aparecer de la nada una masa informe de vapor y chispas a toda velocidad por la avenida Josif Broz. Con el instinto de meses de guerra, se tiró al suelo con las manos en la nuca como preludio de cualquier sonido venido a más. Un gran estruendo hizo temblar el suelo…después… silencio…
Abrió los ojos. Una nube de polvo y vapor lo inundaba todo. De entre aquella tiniebla
surgió una figura estrafalaria con la cara ennegrecida, pañuelo al cuello y gafas en la frente intentando encender un habano sin éxito. Tiró la caja de cerillas con resignación y vio a un chico que lo miraba boquiabierto pero cuyas manos se afanaban en buscar las asas de unas garrafas tendidas en el suelo. Con naturalidad le preguntó:
- Chaval ¡ ¿tienes fuego? – Sin cambiar de expresión, negó con la cabeza lentamente.
- ¿Al menos sabrás donde estamos?- dijo
Con la sinceridad que da el miedo absoluto le respondió:
-En el infierno, señor ¡
Tras guiñarle el ojo al chico, se giró hacia la nube y gritó : “ Sarajevo¡ Final de Trayecto¡.

2 comentarios:

Julián Mª Guzmán. Club de Lectura Aljaima dijo...

Javiii, pon la letras más pequeña, sino ocupan mucho espacio. Al menos en los cuentos que tengan varias partes. Un saludo.

Anónimo dijo...

-El infierno?
-Final del trayecto!!
Tenia puro en la boca?, estaba sudoso?, vestía camiseta de tirantes mostrando sus grandes biceps? o era un ser humano viviendo con mi nombre?