el destello de tus pupilas
es como un faro
o mejor como un puente,
como una viga
entre esos cuerpos de óleo y lienzo
que contemplas
y tu cuerpo más oportuno,
más certero,
ese que yo quisiera amasar
con caricias de tregua y
cordiales quebrantos.
Te observo clavada frente a ese marco,
ventanal a una Córdoba
tan lejana y tan ajada,
tantas veces perdida,
mitad decente
mitad sultana
mitad rancia
mitad gitana
dos veces saeta
tres veces cristiana pena
cuatro veces Córdoba...
Te prefiero a ti,
sin embargo,
porque a esa Córdoba
de avalorios y arena
de celos y lamentos,
ya la han pintado:
Una Córdoba pobre
pero zalamera.
Te prefiero a ti
que permaneces
que te quedas
sencilla frente al cuadro,
tan cercana tu espalda
al abrazo de mi pena,
tan próximo tu pelo rubio
a un arrumaco de sombra,
tan sumisos tus oídos
a mi promesa de espera:
“Quisiera yo hacer,
con tu cuerpo como tela
idénticos quiebros
a los de María Callas
con su garganta,
con mi pincel de besos,
similares colores
a los de Van Gogh
con sus girasoles...”
Dedicado a una mujer cordobesa
4 comentarios:
Cuidadín con la mujer cordobesa a la que se la dedicas!!! que no me entere yo que te capo pá los restossssss
Cuidadín estas Navidades y brindad con una Mahou ande Placi !
Joder Ra, parece mentira que todavía andes con esas... Además quien tú dices no es cordobesa, que es terribleña, creo yo, no es lo mismo. De hecho, a quién va dedicado, tampoco es cordobesa, qué es palmeña... pero paso de liarme más...En fin, besos. Para más dudas, pregunta a Mer.
Gracias de nuevo.
Anónimo, gracias le doy yo a la mujer que me hizo escribir estos versitos, y que me hizo vivir los días más felices de mi vida, aunque yo estuve entonces bastante cobarde y acabé acarreándole demasiadas molestias. Gracias le daré eternamente a esa mujer por dejarme recorrer las rincones de su cuerpo y de su corazón.
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