domingo, 10 de mayo de 2009

Amapolas in Paradisum


Hubo un tiempo no muy lejano cuando, las rosas florecían en primavera y la luna llena no era exclusiva de licántropos y sicópatas, los niños no eran adultos y los adultos no jugaban a ser niños. Fue en aquella y no en otra, cuando El Miedo visitó a Bruno Ganz a la hora del té. Era curioso, todas estas extrañas visitas lo importunaban a esa hora tan sagrada, su media hora al día para poder ser él. El Miedo venía acompañado de La Nada. Bruno tan educado como siempre, les hizo pasar al salón. Tras servir té para tres, La Nada para hacer honor a su nombre ya saben que tomó. Iba sin maquillar, y a pesar que su cara estaba como ausente, algo de rimel hubiera realzado un poco su vacía mirada

Bruno fue directo: “¿De qué va la cosa hoy?”- preguntó mientras tomaba un sorbo de té.
-“Bruno. ¿Has pensado en el futuro?- dijo El Miedo poniendo cara de asustado.
-“No, ni siquiera en mi presente y del pasado, ni te hablo”- respondió con tranquilidad poniendo la taza sobre el plato.
-“Muy mal” -dijo con enfado- “Mira a tu alrededor, inseguridad, violencia, paro, crisis, enfermedades, etc., debes tener pavor, debes estar asustado, que los pensamientos te superen y todo te paralice. “
-“Pues va a ser que no”.
-“¿Por qué?
-“Sencillamente porque Vivir contigo no es Vivir. Todos y cada uno que se rindieron a tus pies buscando “la seguridad del Miedo” acabaron perdiendo a mi implacable amigo Tiempo, Tiempo para estar, vivir, compartir, decir te quiero. Contra ti no tengo nada porque eres parte de la Naturaleza humana, pero aborrezco quién te utilizan para controlar a los demás. Además a ti aún no te temo, si hubieras venido con La Soledad quizás, pero pase lo que pase dejaré entrar a La Tristeza de vez en cuando, pero a pesar de los pesares, afrontaré tus argumentos con quién me rodea y tras una lágrima vendrá una sonrisa.
Me tocará despedirme de muchos y muchos de mí, pero nada es definitivo…te lo aseguro”

La Nada con su cara de estúpida lo miró y se fueron, antes de salir por la puerta El Miedo se giró y dijo: ”Sabrás de mí cuando llegue la hora”

-“Cuando llegue la hora no tendré Miedo, estaré con los míos”. Bruno los despidió con elegancia y siguió tomándose su té.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué chulo... Felicita a Goran Zelic de mi parte.

¿Te gustó nuestra tierra?

Javier dijo...

Ich bin ein Albaceteiner ¡

no tan anónimo dijo...

Lo he leido varias veces, a las 3:30 de la madrugada me pareció demasiado dramático, no pude decirte palabra...Ahora, ya puedo decir algo...
Tu seguidora.

Javier dijo...

Las 3.30 de la madrugada es mala hora para leer o pensar nada, lo mejor que se puede hacer es dormir, para tomar decisiones o ver la cosas desde otro prisma se tiene que hacer por la mañana y después de haber dormido profundamente y sobretodo con la luz del día. A las 3.30 es dramático, por la mañana... Todos y cada uno de ellos, pertenecen a la naturaleza humana , a través de nuestra existencia nos visitarán.Si algo hay que aprender a lo largo de los años es a saber que ninguno de ellos nos pueden monopolizar y que estacionalmente aparecerán, les hablaremos de tú a tú sin perder la perspectiva de estar por encima de todos ellos.
Siento no ser más claro pero nada es definitivo... te lo aseguro.

A no tan anónimo.

no tan anónimo dijo...

La tristeza y el miedo me visitaron y se quedaron largo tiempo. Y... es verdad, nada es definitivo.

Javier dijo...

Y recuerda, mientras esos dos no venga con La Sole... y esa no vendrá, está muy ocupada con los famosos...

Leandro dijo...

¿Por qué Bruno Ganz? Joder, siempre dejáis algo fuera de mi alcance