¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada!
…Y su pensamiento voló grácil como el vuelo de un águila imperial… hacía la inmensidad del cielo… azul como el mar, claro como la luna llena… Las palabras entonces, adquirieron todo el significado que jamás tuvieron sin alas… La palabra sólo es palabra, limitada por tantas cosas que cansa enumerarlas… Se acabó el tiempo de la palabra… signos y sonidos que en conjunto representan… que representan?... tu Azul será más claro u oscuro que mi Azul… y eso que es un color…no hablemos de conceptos abstractos… Cada individuo gira en su propio universo, compartiendo el mismo Sol, separados quizás por Galaxias de distancias…
Somos extraños condenados a coexistir y a entendernos, pero Entender obliga a Pensar. Expresiones del tipo “es que tu te comes demasiado el coco” o “ venga, no pienses demasiado”, “no te comas la olla”…acabas comprándote el mayor plasma de la tienda y tu mujer compitiendo con su cuñada o hermana por hacer más obras en casa… No es malo pensar un poco, otra cosa es ser obsesivo, pero no confundamos enfermedad mental con reflexión.
Escuchaba a José Luís Sanpedro y decidí escribir esta reflexión, algunos la llamará metafísica pero que en realidad se nutre de algo tan físico como ser conciente de estar en el mundo.
Verdi, es autor de la letra del inicio. Se trata de la ópera Nabucco. Es el canto de los esclavos hebreos que recuerdan mientras son expulsados de su devastada tierra… sin comentarios de sus actuales descendientes de su “devastada tierra”…
Y esto venía a cuento de que vuelvo a los relatos extravagantes y dejaré de torturaros con Reflexiones…más extravagantes…
Mientras tanto, no dejar de pensar de vez en cuando.
Shalom ¡
…como dirían los que cantaban al principio…
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