Se desconoce el origen de la ruleta rusa. Algunos sostienen que se debe al aburrimiento y un exceso de vodka en un acuartelamiento cercano de Kiev. Una noche, como no podía ser de otra manera, unos oficiales se enfrascaron en una disputa sobre sus hazañas bélicas, que en esos momentos se reducían a participar en pogroms donde el número de víctimas hebreas era el listón de su valentía. El factor etílico hizo que la discusión quedara en tablas y no hubo mayor prueba de valor para el desempate que colocar una bala en el tambor de un revolver con cuatro recámaras vacías. El resto ya saben como funciona, véase la película “El cazador” con Robert de Niro y Stephen Walken.
Los años pasaron y aparecieron muchas versiones, algunas muy imaginativas y cuyo fin era pasar un buen rato a costa de algún idiota que desconocía el verdadero desenlace. Sentados a una mesa, se presentaban varios frascos con pastillas. Una de ella provocaba una muerte muy dolorosa, el resto eran placebos. Sin embargo, la fatídica era un potente laxante que cuyo primeros síntomas provocaban unos retortijones de barriga que el incauto asociaba con el veneno. Los sudores fríos y la cara descompuesta ayudaban a recrear los instantes previos a una muerte agónica. Cuando la verdadera naturaleza del compuesto hacía efecto, el protagonista de la escatológica broma saltaba de la mesa hacia el baño, en la mayoría de las veces sin éxito a la hora de depositar toda su humanidad en el habitáculo blanco con forma ovoide. En este caso, el maloliente más que nacer de nuevo se sentía que se quería morir.
Afortunadamente la ruleta rusa no se puso de moda entre la sociedad en general, y la muerte prematura se dejó en manos del tabaco americano, los conservantes de los alimentos, el estrés y los accidentes de tráfico.
La ruleta rusa es un juego estúpido que crea rechazo inmediato pero es la demostración más sincera de la imbecilidad humana. Todas las semanas, decenas de individuos mueren en la particular ruleta rusa que supone conducir como un gilipollas y no origina el estupor de un resolver en la sien de un individuo. Cruzar con el semáforo en rojo, comer mierda envasada con vivos colores, respirar el contaminado aire de ciudades donde la hacinación impide al ser humano vivir con dignidad… somos partícipes de más ruletas rusas de lo que pensamos.
Para finalizar, la original ruleta rusa.
En cada giro, el miedo recorre todo tu cuerpo y el aire desaparece de tus pulmones. El ritmo cardiaco se acelera y las palpitaciones te oprimen la aorta de manera que una mano invisible te ahogara poco a poco. En apenas 2 segundos, el tambor gira una vez y tu destino está escrito. Extiendes la mano abierta y tu existencia es colocada con la empuñadura hacia tu pulgar. Es la hora. La mano no puede temblar, la muerte se merece un poco de gallardía.
Colocas el cañón en la sien y lentamente aprietas el gatillo. El martillo retrocede con suavidad para luego en un instante abalanzarse a la velocidad del rayo. Durante una milésima de segundo tu cuerpo deja de existir. De repente, el mundo regresa con una larga y estertórica inspiración. Has nacido de nuevo y la realidad te parece distinta, apenas reconoces lo que te rodea pero te sientes verdaderamente vivo.
3 comentarios:
Genialidad...si señor...contenido en forma barata...
...LO BARATO ...SALE CARO...y además es gratis
"la muerte prematura se dejó en manos del tabaco americano, los conservantes de los alimentos, el estrés y los accidentes de tráfico.
Todas las semanas, decenas de individuos mueren en la particular ruleta rusa que supone conducir como un gilipollas y no origina el estupor de un resolver en la sien de un individuo. Cruzar con el semáforo en rojo, comer mierda envasada con vivos colores, respirar el contaminado aire de ciudades"
Me ha encantado!
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