sábado, 9 de mayo de 2015

Humano demasiado humano







Amanece poco a poco en la gran ciudad. Los camiones de la basura son relevados por barrenderos con sus largas escobas. Los más veteranos van baldeando las aceras con chorros de agua para hacer desaparecer los restos de la jornada anterior, borrón y cuenta nueva para el nuevo día... para una nueva vida. Una legión de despertadores suenan al unísono y como una coreografía visual, se iluminan habitaciones y cocinas con despertares desganados... Cafés, duchas, cepillos de dientes... Los portales van abriéndose. Poco a poco la Humanidad que aún tiene donde ir a trabajar sale a paso lento en dirección a túneles donde tras una hora de caras tristes llegan a su destino.
En los cajeros automáticos, otra Humanidad recoge su hogar por una noche doblando con cuidado los cartones recogidos el día anterior. Jóvenes zombis de auriculares perpetuos pasan a su lado con la ceguera que da vivir en otro planeta , un universo perfectamente ordenado por las leyes de la economía. Es martes pero podría ser otro día cualquiera. La Tierra sigue girando sobre sí misma, un día... 365 días... un año... En cada mirada... una vida... en cada vida... un universo...
Mañana algunas miradas desaparecerán. Mañana habrá una triste mirada menos en el metro camino del trabajo y el resto de miradas no se percatarán de ello. Los barrenderos seguirán con sus escobas como siempre y el agua de las mangueras seguirán limpiando las aceras. Mañana alguien no se tomará su café ni le sonará el despertador.

El Mañana no existe, somos presente continuo. Cada día que despertamos nacemos, con memoria, pero nacemos. Cada día es nuestro último día y si mañana despertamos de nuevo nos habrá regalado el milagro de la VIDA... un día más... Feliz cumpleaños ¡¡¡¡

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz...siempre...