martes, 23 de diciembre de 2014

HA, HA



Existen sueños recurrentes que no hace falta pertenecer a la secta freudiana para saberlos interpretar. Digo sueños o más bien pesadillas porque algunos nos tienen en tensión durante unos instantes que parecen siglos en el cortometraje de producción propia. Está aquel en el que intentamos escapar y no nos movemos del sitio, el de las arenas movedizas. Durante la época de exámenes produje uno en el cual la policía me perseguía por calles estrechas y oscuras al estilo New York city. Como ya dejé aquel vicio español de estudiar una “carrera”, la policía dejó mis pesadillas para dedicarse a identificar ancianos manifestantes de las preferentes. Ahora que caigo... que nombres damos en este país a los estudios universitarios: “Carreras”. Definición de Carrera : “ Se dice de los estudios universitarios que se inician en España y se acaban en cualquier país de Europa fregando platos”. Un chiste... Tres ingenieros europeos, un español, un inglés y un alemán está en un bar ¿ saben que dice el español?... Que van a tomar los señores... penoso... Nuestro querido Nelson, el de los Simpsons, en España tendría hernia de facial y esguince de dedo de tanto Ha, Ha... No nos engañemos, esto siempre fue así.
A finales del siglo XIX, viajeros ingleses que se daban una vuelta por las tierras de Cádiz, hogar de sus venerados Sherry y brandy ibéricos, se extrañaban que no se aplicaran maquinaria en los procesos de producción. Los terratenientes les respondían que la mano de obra era muy barata y además garantizaba la sumisión de la población. En el primer tercio del siglo XX, las únicas regiones de Europa que seguían con un sistema feudal eran Andalucía y Sicilia, el progreso no ha sido nunca una prioridad en este país. La histórica emigración gallega o asturiana no se ha debido a una cuestión de turismo sino a la necesidad de sobrevivir a condiciones sociales indecentes. Cuando no sólo los hijos de los de siempre accedieron a estudios superiores y cualquiera sin rancio abolengo podía ser abogado o ingeniero, empezó a circular el mito que en España sobraban licenciados. En un país donde estaba bien visto mofarse de quienes se preocupaban por formase y en la familia siempre te decían eso de “ mira tu primo manolito, sin estudios y lo que gana en la obra. No estudies tanto que no sirve para nada”. Lo malo de eso es que en parte tenían razón, manolito pillaba 3000 euros al mes y tu te dejabas las pestañas estudiando. Entonces, nadie pensó que cuando manolito le tuvieran que cambiar una válvula del corazón le haría falta un cirujano y no un encofrador.

Universitarios españoles no desesperéis ¡ aún hay esperanza. Siempre harán falta guionistas para el programa Mundo Mongolo.

Nota : A mí tampoco me ha tocado la lotería de Navidad

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