sábado, 3 de julio de 2010

Un instante para la eternidad



®Galería fotográfica del Conejito Zombie


El otoño había llegado sin llamar a la puerta. Conducía de vuelta a casa con la pasión que provoca doce horas de trabajo, de un miserable trabajo… Con la mirada puesta en la carretera y la mente perdida entre lugares y personas tan fantasmales como las sombras del pasado, escuchaba una y otra vez Rezengeit II… tenue… dulce como los frutos aderezados del pasado… Al volver en sí, sólo vio asfalto, automóviles y su reflejo en el espejo retrovisor… Giró y tomó una carretera secundaria desierta sin rumbo, sin tiempo…

Un fantasma del pasado volvió al presente, apagó la radio y aparcó junto a la carretera. Salió, se sentó en el capó y se encendió un cigarrillo. Cerró los ojos por un instante y respiró profundamente… al abrirlos, observó aquel cuadro de la naturaleza… un árbol en medio del Nada, en medio del Todo… un violáceo cielo… y aquel rayo del luz blanquecina… quedó mudo y sombrío meditando…

Volvió a cerrar los ojos y sonrió…

A Cris, cuyas fotografías son pura poesía

2 comentarios:

BENHUMEA dijo...

Me encanta, mirar la naturaleza en momentos de tristeza produce insignificancia (esto se ahonda si es otoño).

Precioso Goran simplemente precioso.

Un beso.

Tresmasqueperros dijo...

Muchas gracias, Zelic, por el relato y la dedicatoria. Usted me hace revivir cosas que nunca he vivido.

Atte,

C.