Cuando
escucho la Danza Húngara de Brahms, la Rapsodia Húngara de Liszt o
el Fígaro del Barbero de Sevilla siempre me recuerda a mi infancia.
No, en casa no éramos ni melómanos, ni mi madre tocaba el piano
mientras mi padre leía Boris Vian fumando en pipa... ni teníamos
clases particulares de violín... Las tardes de mi infancia
comenzaban a las cinco y media cuando regresaba del colegio. Encendía
el televisor y como un zombi me quedaba mirando fijamente aquella
carta de ajuste hasta que a las seis menos cinco empezaba la
programación. En mi interior rezaba porque el tipo que estuviera
encargado de darle al botón adelantara ese día el “un globo, dos
globos, tres globos” de Gloria Fuertes y diera paso a Barrio
Sésamo. Primero fue el barrio de Emma Cohen como gallina Caponata,
luego Chelo Vivares como Espinete y entre media “La Cometa Blanca”
con aquella presentadora de la cual estaba infantil y secretamente
enamorado...Isabel Tenaille...
Mi
madre, sin piano, hacía a la marabunta de niños los Colacaos (
nosotros no éramos de Nesquik)y rebanadas de pan con mantequilla y
azúcar por encima ( que en el futuro me costó una pasta en el
dentista)... bueno Tulipan, que la cosa entonces también estaba
jodida pero sin llamarla CRISIS. Al finalizar Barrio Sésamo,el libro
gordo de Petete que siempre te sabía a poco pero al menos me fue más
educativo que mi paso por la Universidad. Medio speedico* por la
subida de azucar, saltaba de emoción con la entradilla de la Wagner
Bros, dibujos animados le llamábamos entonces, cartoon los llaman
los bilingues niños de colegios privados de hoy ( La Pública no
cuenta ya...desgraciadamente). En unos de los capítulos, Bugs Bunny
( entonces lo llamábamos los que íbamos a colegio públicos “el
conejo de la suerte”)cocinaba a ritmo de Brahms. En otro, afeitaba
a Elmer ( el cazador estresado)a ritmo del Barbero de Sevilla...
Echo de menos a Gloria Fuertes rodeada de chiquillos y sentada en un
sillón de mimbre leyendo poesía.
Con
el paso del tiempo todos esos recuerdos se fueron diluyendo hasta que
mi magdalena mojada en té ha sido desayunar una rebanada de pan con
Tulipán y un ColaCao.
El
tiempo pasa inexorablemente, ya lo sé, y aunque ya no esté para
abusar del tulipan, Colacao o del azucar... de vez en cuando al
menos, cuando me afeite, escucharé el barbero de Sevilla...Esto,
esto es todo Amigos ¡¡¡¡¡¡¡ ;););)
*
Dícese del que se encuentra en un estado anímico exaltado natural o
inducido...jajajajajjajajaja
No hay comentarios:
Publicar un comentario