Escribir
como vivir exige un compromiso por ambas partes, el sujeto y la
fuerza de la naturaleza que le mantiene vivo. La escritura por sí ,
sólo son palabras inertes que logran a veces premios y
reconocimientos pero están vacías de la fuerza vital de la
naturaleza humana ...Vanidad de Vanidades, todo Vanidad... decía o
se supone que dijo Salomón... Desgranando nuestras vidas, somos más
auténticos cuanto más solos nos encontramos, cuando la certeza de
la muerte nos acecha y ahí nos desnudamos de cualquier convención
social que nos encorseta...
Hoy,
he estado atento a las decenas de pájaros que viven en mi patio. A
medio kilómetro a la redonda mi patio es un oasis entre hormigón y
asfalto. Sin ser un especialista en animales voladores he podido
distinguir hasta cuatro cantos distintos.
Hoy,
he dejado pasar a una señora mayor en la caja del supermercado, al
irse me lo ha agradecido con un “gracias señor”... he sonreído, le
decía señor a mi mostacho...
Hoy,
he enviado por correo una carta certificada para una empleo en un
país que está de moda apuñalarse y atropellarse. La chica de
correos también me llamaba de usted ( a mi mostacho, claro) y me ha
ofrecido lotería de navidad de la Cruz Roja... Por supuesto he
aceptado comprar, en mis oídos sólo entendía Refugiados, ayuda a familias sin recursos... Mientras Merkel y el baboso de Rajoy
tenían orgasmos en una Convención de la peor derecha que
Europa que ha conocido después de la Segunda Guerra Mundial... antes
de eso, se denominaban fascistas...
Hoy,
sigo cansado pero la fuerza de la naturaleza me ha regalado poder
escribir … la vida sólo desaparece con el último aliento... y los pájaros siguen trinando...Vanidad de vanidades, todo Vanidad...