miércoles, 9 de mayo de 2012

Until when we are ghosts










Mis primeros recuerdos son jugando solo en el salón de mi casa. Entraba una intensa luz primaveral a través de las persianas venecianas y cada rayo de sol coloreaba a modo de millones de arcoíris la motas de polvo en suspensión... Llevaba una camisa de cuadro con dos bolsillos... a penas tendría 3 años... y esperaba jugando a que mis hermanos volvieran de la escuela... cuanto deseaba ir la escuela... y la escuela llegó... y llegó mi primera tarta de cumpleaños... con seis años... pero llegó...

Y llegaron todas las cosas que esperaba de la vida... con paciencia... con mucha paciencia... pero llegaron... De aquella época sólo han quedado unas fotos en blanco y negro de un extraño con quién comparto un nombre y un apellido...

Y me hice adulto... y dejaron de llegar todas las cosas que esperaba de la vida...

Mis últimos recuerdos son sintiendo vergüenza y  desesperación en la cola del comedor  de beneficencia esperando el plato de macarrones, dos lonchas de mortadela y una cuña de queso... sin olvidar el plátano de postre... Entraba un inquietante silencio a través de las desnudas ventanas y el sol se negaba a entrar... Cuarenta años antes cuando éramos fantasmas en papel fotográfico en blanco y negro, jamás desee que llegara un día como este... y llegó como todas las cosas que no esperaba de la vida... Ahora, siendo consciente de que los sueños infantiles son juguetes rotos en manos de banqueros y políticos corruptos, tengo que tomar una decisión transcendental... Me hago adulto esperando la Nada o vuelto a ser un niño y deseo que lleguen todas las cosas que espero de la vida... y llegarán...

Dedicado a las almas infantiles...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto es la clausula de rescision de este tio?

Ra dijo...

Hay que seguir luchando por los sueños. Cueste lo que cueste.
Nada de esperar, hay que ir a por ellos!!!!