Miraba a través de la roñosa persiana sin dejarse ver. Contaba una y otra vez, perdiendo el número que le tranquilizara, pero era imposible. La plaza se había convertido en una marea humana de color verde, y hasta donde la vista alcanzaba el rumor esmeralda le producía un dolor cada vez más intenso en su pecho.
Al unísono, miles de voces proclamaban aquello de “Goran Zelic somos todos”… y el dolor fue bajando hacia el brazo izquierdo…
-NO ¡ , he dicho que NO¡. De aquí sólo podrá salir con los pies por delante- …“Goran Zelic somos todos”…
Los pasillos eran un trasiego de individuos con pánico, quemando papeles en improvisadas chimeneas con manos temblorosas. Mientras, en un rincón de la gran sala de reuniones, un hombre de mediana edad de barbas exuberante, negras como el carbón, miraba con la tranquilidad que sólo otorga la certeza de la muerte. Junto a él, un par de seres adiestrados en el viejo arte de la tortura y el asesinato, de cabezas afeitadas y chaquetas de cuero negro , temblaban como colegialas en días de exámenes… El barbudo los miraba sin gesto alguno, como quién observa una mata de tomates…Goran Zelic no era un gran orador, no tenía dotes diplomáticas, jamás se propuso generar todo aquello… ni siquiera se llamaba Goran Zelic…
SI OS INTERESA, PROSIGO.
El pánico se apoderó de él. Con una mano se agarraba al pecho, con la otra llamaba a uno de sus subordinados.
- Sacad a Zelic a balcón, que tranquilice a la masa, sino…
- Sino ¿qué, señor?
- No sé, asustarlo con cualquier cosa.
- Señor… es Goran Zelic, ¿Qué le voy a contar?
- ¡ Sacadlooo¡
A empujones, fue sacado al balcón cerrando las puertas y , a través del cristal, observaron la reacción de la gente congregada. De repente se hizo el silencio absoluto…
Zelic con la mirada perdida alzó la cabeza, cerró los ojos. Estaba cansado, por su mente pasaban miles de pensamientos…Abrió los ojos, dirigió su mirada a la miles de personas que guardaban en silencio… Levantó la mano abierta… el pueblo iba a romper a vitorearle cuando…cerró el puño, se giró y dio tal puñetazo en la puerta del balcón que el sonido de los cristales rotos sonó como el tañir de una campana. Inmediatamente un grito tribal de miles de voces ensordecedoras explotó en una avalancha hacia las puertas del edificio…el resto es historia…After the Storm
- Sacad a Zelic a balcón, que tranquilice a la masa, sino…
- Sino ¿qué, señor?
- No sé, asustarlo con cualquier cosa.
- Señor… es Goran Zelic, ¿Qué le voy a contar?
- ¡ Sacadlooo¡
A empujones, fue sacado al balcón cerrando las puertas y , a través del cristal, observaron la reacción de la gente congregada. De repente se hizo el silencio absoluto…
Zelic con la mirada perdida alzó la cabeza, cerró los ojos. Estaba cansado, por su mente pasaban miles de pensamientos…Abrió los ojos, dirigió su mirada a la miles de personas que guardaban en silencio… Levantó la mano abierta… el pueblo iba a romper a vitorearle cuando…cerró el puño, se giró y dio tal puñetazo en la puerta del balcón que el sonido de los cristales rotos sonó como el tañir de una campana. Inmediatamente un grito tribal de miles de voces ensordecedoras explotó en una avalancha hacia las puertas del edificio…el resto es historia…After the Storm
10 comentarios:
La frase más oída de cuando viniste para acá...
Mañana fue ayer. Tú sí que sabes
El señor Leandro te ha pillado.
Gracias por la expectación. Intentaré daros un relato que merezca la pena.
Javier
Me interesa, prosigue.
Javi, pero que peaso de... ¿cómo pones esa foto? Venga, un saludo a todos los masqueperros. En unas 20 horas vuelvo para España.
La foto está muy bien cogida, Javi. No le hagas caso a Julianismo.
Claro que interesa...Javi prosigue por dios.
Coño, Javi, cómo te gusta dejar en tensión a la gente, sigue, sigue...
Siga.
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