(Bukowski)
No, esto no es un cuento, tampoco
una excusa, ni siquiera llega a meditación. Tampoco pretende ser una
justificación de porqué no hay cuentos en este blog durante tanto tiempo. Es quizás
un pequeño intento de rellenar ese vacío, hablando de ese mismo vacío, intentando
encontrar una justificación a ese vacío, simplemente para que quién pase por
aquí, vea algo, aunque sólo sea este amago de desvarío. Quizás sea simplemente,
escribir por escribir. Estamos vivos, sí, aunque algo perdidos.
Algunas veces he comentado con
Javi y con Cris, con quiénes comparto la mayoría de los cuentos de este blog,
lo sorprendente que resulta el sencillo gesto de escribir. Cómo de manera casi
milagrosa han ido surgiendo los cuentos en los duelos que nos hemos ido
proponiendo. Es agradable también, el sentir cómo pasan los días y mientras
paseo por la calle, o estoy trabajando, o a punto de que me venza el sueño, una parte de mi cerebro se desprende de
los pensamientos rutinarios y se afana en encontrar una historia. ¿Escribir un
cuento sobre una silla, sobre un ventilador, sobre la fotografía de una mujer
desnuda? ¿Cómo la haré, qué se puede contar teniendo como base una primera
premisa? Es sobretodo muy agradable sentir el cosquilleo del esfuerzo en mi
cabeza, como las ideas van girando, arremolinándose unas con otras hasta tomar
una forma definitiva. Puede que no sea una forma perfecta, pero eso es para mí,
y creo que también para el resto de mis compañeros, el sentirse vivo.
¿Qué ocurre ahora, cuándo de repente esas ideas han dejado de
bullir? Pasan los días y no se logra dar forma a nada. Este estado de
impotencia creativa tampoco significa la muerte. Puede que algo próximo y a la
vez muy lejano. En fin, es un vaivén muy incómodo, angustioso, que cada uno
intenta solucionar a su modo. Todos pretendemos estar vivos, pero estar vivos
supone mucho esfuerzo. De hecho, es bueno apearse a veces de la vida misma,
darse un respiro, emborracharse, hacer algo subversivo, no quemar un cajero
(aunque sería una manera acertada de hacer un paréntesis), simplemente hacer algo a lo que no
se esté acostumbrado… Pero también ocurre que a veces cuesta volver a
reengancharse a la vida misma. Y llegan las prisas y uno se da cuenta de que
no disfruta igual de las buenas canciones que tanto te gustan, ni se engancha a
las buenas novelas con la facilidad de antaño y también, el corazón parece que
se ha vuelto de piedra ante cualquier buen verso. En nuestro caso, en mi caso, ¡joder!,
lo que cuesta poder volver a escribir algo. Lo que cuesta volver a sentir el run run de
los pensamientos, de las ideas latiendo en mi cabeza. Entonces, mi táctica
para abandonar estos barbechos creativos es sencilla: consiste en dar palos de
ciegos. Y esto es al fin y al cabo lo que son estas palabras, palos de ciego.
Ante la rabia por no encontrar la imagen, la palabra, el verso que haga saltar
algún resorte dentro de mi cerebro, me lanzo al pequeño infinito de un folio en
blanco, le robo palabras a mi diario, y las descargo a ciegas en este blog.
Después, como niño en una playa, juguetearé con ellas, las amasaré con mis
dedos, haré castillos de palabras de arena, los destruiré a patadas y volveré a
labrar esas ruinas con mis manos en busca de algún milagro.
En fin, os muestro mi vacío y mi
manera de pelear contra él. No es gran cosa. Y le dedico esta “paja mental”, como
la definiría mi amigo Lolo, a todas aquellas personas que tanto me ayudan en
estos momentos, a los que con tanta fuerza suelo aferrarme en busca de un
trampolín. ¡Tened paciencia, os pido! Porque
crear a través y gracias a vosotros, es la mejor de mis maneras de sentirme
vivo. Porque una persona, y no las imágenes, las palabras y los versos, es el
mejor de los motivos con los que llenar un vacío. Acabo ya, cumpliendo la ancestral
regla de este blog: no superar el folio en todo aquello que se escriba, en Times New
Roman, 12, aunque haya tardado dos meses en escribir esto...
2 comentarios:
Vaya, esta mañana cuando escribí esto, no sabía que había nuevos episodios de esa gran novela, La benevolencjia espress. Ahora mismo a echarle un vistazo. Gracias Goran por alegrarme el día.
Gracias Julián, pero el mérito es de mi colega Sanel Kurbegovic. Si nada lo impide La Benevolencija Express se publicará en primavera del año próximo. Sois unos privilegiados, teneis una primicia mundial meses antes. Saludos a mis sufridos amigos españoles.
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