lunes, 18 de agosto de 2014

CABO DE GATA

Cada persona un mar,
cada corazón un puerto,
cada caricia un canto de sirena,
una orilla en mis manos, una cala en mis labios,
y en cada poema,
un faro.
           
 Soy una playa y con cada ola
atraca en mí todo un mar, y otro mar, y otro…
Algunos esconden tesoros,
o eso cuentan las leyendas marineras,
aunque desde hace tiempo,
sólo fondean en mis litorales
robinsones,
corsarios
o restos de naufragios.
           
     Desde los tiempos de los barcos de vela
soy un galeón desarbolado cabotando Atlántidas,
la brújula perversa del holandés errante,
la infructuosa carta de navegación
del Mar de los Sargazos: 
     Soy una isla buscando encallar en otras islas.

 

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