Amanece
poco a poco en la gran ciudad. Los camiones de la basura son
relevados por barrenderos con sus largas escobas. Los más veteranos
van baldeando las aceras con chorros de agua para hacer desaparecer
los restos de la jornada anterior, borrón y cuenta nueva para el
nuevo día... para una nueva vida. Una legión de despertadores
suenan al unísono y como una coreografía visual, se iluminan
habitaciones y cocinas con despertares desganados... Cafés, duchas,
cepillos de dientes... Los portales van abriéndose. Poco a poco la
Humanidad que aún tiene donde ir a trabajar sale a paso lento en
dirección a túneles donde tras una hora de caras tristes llegan a
su destino.
En
los cajeros automáticos, otra Humanidad recoge su hogar por una
noche doblando con cuidado los cartones recogidos el día anterior.
Jóvenes zombis de auriculares perpetuos pasan a su lado con la
ceguera que da vivir en otro planeta , un universo perfectamente
ordenado por las leyes de la economía. Es martes pero podría ser
otro día cualquiera. La Tierra sigue girando sobre sí misma, un
día... 365 días... un año... En cada mirada... una vida... en cada
vida... un universo...
Mañana
algunas miradas desaparecerán. Mañana habrá una triste mirada
menos en el metro camino del trabajo y el resto de miradas no se
percatarán de ello. Los barrenderos seguirán con sus escobas como
siempre y el agua de las mangueras seguirán limpiando las aceras.
Mañana alguien no se tomará su café ni le sonará el despertador.
El
Mañana no existe, somos presente continuo. Cada día que despertamos
nacemos, con memoria, pero nacemos. Cada día es nuestro último día
y si mañana despertamos de nuevo nos habrá regalado el milagro de
la VIDA... un día más... Feliz cumpleaños ¡¡¡¡
1 comentario:
Feliz...siempre...
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