Creo
que llevo escribiendo desde que no sabía ni leer. En aquella época
las bibliotecas eran tan escasas como hoy en día pero al menos tuve
la suerte de nacer en un hogar lleno de libros. Los chicos de
entonces se divertían en la calle y como en mi barrio eran muy
bestias, yo prefería estar en casa ojeando libros o viendo Barrio
Sésamo. A finales de lo setenta Televisión Española tenía poca
oferta audiovisual para los niños, así que me repartía entre
debates de la Clave con el bien recordado Balbín y los libros
ilustrado que me mostraban lo amplio y maravilloso que era el mundo
más allá de las puertas de mi casa. Recuerdo que con ocho años le
cogí a mi padre su olivetti y tras aporrearla muchas horas escribí
mi primer cuento, una historia lacrimógena con fatal desenlace.
Mi
primera lectura fue un libro de trescientas páginas sobre un pueblo
de Siberia cerca del Lago Baikal, jamás olvidaré al personaje que
en pleno invierno iba desnudo con una toalla y un martillo a darse su
baño matinal.
Hasta
bien entrado los veinte y tras leer a Semprún no comprendí que
escribir resulta para muchos una necesidad vital tan importante como
el acto de respirar.
Escribir
me ha salvado la vida en mucha ocasiones y esto último no es una
mera expresión.
Escribir
supone salir más allá de uno mismo, conectar con los demás en
aquello que sienten, que no dicen... al fin y al cabo saber que no
estamos solos.
Escribir
es un acto de humanidad, esa humanidad que nos convierte en ese
animal contradictorio del que se puede esperar lo mejor y lo peor.
Escribir
nos transforma, nos modela como el alfarero al barro.
Cuando
escribimos somos más nosotros, ese que los demás no pueden o no
quieren ver... Aún conservo aquella vieja olivetti, aún sigo
escribiendo.
6 comentarios:
Y seguro que son muchos los que esperan que sigas escribiendo respirando.
Avanti firme!!! Respira, escribe, siente, Vive!!!
Amen
A muchos nos das las alas que nos faltan diariamente al poder evadirnos al leerte suerte y no pares de ''respirar''
A muchos nos das las alas que nos faltan diariamente al poder evadirnos al leerte suerte y no pares de ''respirar''
A muchos nos das las alas que nos faltan diariamente al poder evadirnos al leerte suerte y no pares de ''respirar''
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