Aperas acababa de pisar territorio rojo, ni siquiera había abandonado el aeropuerto, y ya había comprendido: “Un país comunista es un país en el que hay ventiladores”
En el aeropuerto de Pekín, cuando me di de bruces contra un manojo de ventiladores, aquella verdad me impactó con la inexplicable evidencia de las revelaciones. Aquellas extrañas flores, de pivotante y enjaulada corola, sólo podían ser el indicio de un medio insólito.
En Japón, de donde venía, había aire acondicionado. No recordaba haber visto semejantes vegetales plastificados. No digo que no haya ventiladores en los países no comunistas, pero resultan insignificantes. El ventilador es al comunismo lo que el epíteto es a Homero: Homero no es el único escritor del mundo que utiliza epítetos. Pero a través de su pluma es cuando los epítetos adquieren todo su sentido….”
El sabotaje amoroso, Amèlie Nothomb
Este parrafo nos lo recomienda Laura Fresneda (Lauri, que apellidos más serios tiene, je je). Creo que es la primera vez que hago en este blog algo parecido, normalmente sólo colamos colaboraciones y demás desvaríos de la gente que se tropieza con nosotros y se anima a enviarnos algo... Laura es una de esas personajillas, podeís encontrar más cosas de ella en http://filosofiadegarrafa.blogspot.com/
Además, la escritora que nos menciona es Amèlie Nothomb, particularmente unos de mis descubrimientos literarios de el año pasado. ¡¡¡Me hizo pasar tres noches maravillosas y alguna que otra tarde de locura!!!Una escritora que me encanta compartir con todo aquel que se interese un poco por la literatura, que suele gustar a todo el mundo y que acaba creando bolas de nieve literarias que arrasan con el alma de todo aquel que se acerca a ella. En fin, Laura, un saludo y gracias por tu apoyo...
9 comentarios:
Pido perdón a todos los onanistas de ahí adentro, no sabía que no colabais nada de escritores consagrados. Será la ultima vez, lo prometo (cara de buena).
Gracias y un besazo
Nada, nada, Lauri, si nos viene como anillo al pelo. ¿Sabes, pensaba que había leído este libro, pero tras reeler este párrafo, que no me suena, ando algo despistado? No era esta la historia de dos amigas, una la típica triunfadora de colegio y la otra que le va a remolque..En fin, besos y gracias por seguirnos.
mmmmm, definitivamente tu descripción queda lejos de resumir este libro... sí, hay dos niñas de colegio, pero creo que deberías releerlo. Merece la pena.
Por cierto, acabo de realizar mi primera visita a "Hamlet se toca..." y además de alegrarme por Hamlet ;) me han entrado muchas ganas de jugar, con globos rojos, con nombres raros que suenan a buena música, con moros conversos y por supuesto con todas las palabras que quieran jugar conmigo.
Espero con ganas el próximo duelo.
Encantada de haberos encontrado!
Amèlie Nothomb deslumbra con su ingenio. He leído pocos pasajes más brillantes que el inicio, primer capítulo, capítulo introductorio... lo que sea, de Metafísica de los tubos. El reverso tenebroso de tanto ingenio concentrado es el inevitable declive del resto de la novela. ¿Cómo coño mantienes el nivel después de un inicio así? Misión imposible
Qué alegría recibir gente nueva Listica. Gracias por tu visita y por tu comentario. Esperamos verte por aquí más a menudo. Y por supuesto estás invitada a participar en estos duelos literarios cuando quieras...Coincido contigo, Amelie y los globos rojos, cada uno por su lado, o todos mezclados, son algo maravilloso. De nuevo, Listica, gracias por tu visita...
Hombreeeeee, Leandro, se te echaba de menos. Es curioso descubrir día a día la cantidad de gente que disfruta con Amelie... somos como una "pequeña secta multitudinaria" que además no deja de crecer. Por cierto, hace una semana o así pasé un buen rato de café leyendo algunos cuentos tuyos. En breve te hago una visita y te comento. Un saludo.Julián
Nunca he disfrutado tanto con Amelie Nothomb como con ese capítulo introductorio de Metafísica de los tubos. Mi problema es que fue el primer libro suyo que lei, y hasta hoy no hemos vuelto a frecuentar esas alturas. Por cierto que fue una amiga de Albacete quien me la descubrió y me recomendó sus libros. Y no sólo eso, también me los dejó, que suele ser cosa que ayuda bastante a que las meras recomendaciones no se queden sólo en eso.
Estoy ciertamente impactado con eso de EL GRAN LEANDRO NOS VIGILA. Aún estoy pensando qué pensar sobre la cuestión.
Y bueno, supongo que el café se hizo imprescindible para acompañar esos cuentos míos. Usted sabrá disculparme
Leandro, hasta en los comentarios de los comentarios eres genial.
Iba a decir que estoy abrumado por los elogios, pero no lo digo porque sospecho que en todo esto puede haber algo de cámara oculta o, cuando menos, de cierto cachondeo
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