Que a casi un mes de mi autoexilio en el silencio, casi he perdido la cuenta de las veces que me desgrano en el sillón buscando el alivio del frio de la sombra, he pasado mis segundos aislando mis tímpanos del ruido increpante del mundo exterior que rompe mi tranquilidad, mi esperanza y mi silencio, y es que el silencio es tan áspero sin ti, me produce infrasonidos que me recorren desde los pies y sacuden todo mi cuerpo, no es el ruido de las sonrisas, ni de la música, no es el ruido del mundo del que me aíslo, lo que necesito es el silencio de mi corazón y sus latidos, el de mis labios pronunciando tu nombre, el de mis manos tamborileando a un lado del teléfono queriendo llamar a un numero que debí olvidar hace tiempo atrás…pero que mas bien… nunca aprendí, necesito que se calle tu voz en mis sueños cada noche que me buscas sin ningún significado aparente, es solo mi inconsciente buscando creer en algo que no sea yo, he estado esperando al silencio haciéndole ruido mientras canto una canción que nunca habría escuchado de no ser por ti y le sonrió feliz cuando en silencio entra por la ventana, o por la puerta, o por las grietas del rincón desgarrando la pintura desgastada de… mis ojos llorosos, y es que mis ojos necesitan el silencio, ya no quiero escuchar las gotitas de agua que caen y hacen que tiemble el suelo, ¿Qué duele mas que una tristeza? Quizás una lagrima cayendo desde miles de kilómetros a toda velocidad a estamparse pesadamente contra el suelo haciendo tanto ruido que no me deja pensar…
Es que el silencio suena tan fuerte si no estas que aunque se apague el mundo, mi corazón te llama a gritos y la verdad es que no me deja dormir… es que aunque no hay nada aquí me hace tanto ruido este cuerpo que no te dejo partir, anda, hazme un favor déjate ir, deja que nazca el silencio desde dentro de mi…
Nota: Sobrevendrá el silencio cuando llegue el olvido.